La comunicación asertiva: una herramienta efectiva para la gestión de equipos

26.07.2017

De acuerdo con Gálvez (2002), "las relaciones humanas no abarcan exclusivamente el aspecto personal, profesional, laboral, etc., por el contrario, comprende el problema de la comunicación del hombre con sus semejantes que es fundamental porque la mala comunicación provee dificultad para entenderse con el prójimo".

¿Qué es la comunicación asertiva?

Cuando hablamos de la comunicación asertiva, no estamos refiriendo a la capacidad de expresarnos de forma clara, directa y segura, ya sea de manera verbal o no verbal. Un comportamiento asertivo implica un conjunto de pensamientos, sentimientos y acciones que nos ayudan a alcanzar objetivos personales en un ambiente de convivencia social. La comunicación asertiva también se relaciona con nuestra capacidad de pedir ayuda en momentos de necesidad. Asimismo, involucra la capacidad de actuar en una forma equilibrada sin tender a la agresión ni a la pasividad para alcanzar nuestros objetivos.

En pocas palabras: Asertividad es saber decir sí cuando hay que decir sí, y decir no cuando hay que decir no, una manera de saber elegir y sentirnos libres en todo momento.

En la vida diaria a menudo tenemos que tomar decisiones, esas deben ser las más acertadas; es decir, que sean claras, directas y que no se requiera del uso de la violencia en dicha decisión, siempre respetando a las y los demás, pero, principalmente, respetándonos y aceptándonos a nosotras y a nosotros mismos.

Por tal motivo, el saber decir sí o no, que es lo mismo que expresar "lo que quiero y no quiero" y no "lo que debo o no debo", nos va a permitir ser unas personas asertivas. Es importante decir que una persona asertiva no siempre obtiene sus metas, pero por el hecho de ser asertiva no pierde el respeto hacia ella misma.

La asertividad, además de ser una habilidad de comunicación, es una conducta que permite las relaciones sociales cordiales y respetuosas haciendo a un lado la manipulación en la que culturalmente nos manejamos.

Puede surgir, ante estas definiciones, la siguiente pregunta: ¿Son todas las personas asertivas, hombres y mujeres dominantes, que dicen lo que se les pasa por la cabeza, y que pasan por sobre los demás?

Las personas agresivas generalmente se afirman a sí mismos a expensas de los demás. Una persona agresiva insulta a otros para reafirmar su propia valía, para que su imagen se enaltezca frente a la de aquellos de quienes se burla.

Por otro lado, la gente "tímida", espera que los demás los definan, son pasivos frente a los influjos de los demás y son determinados por los otros. Un comportamiento asertivo no está en ninguno de estos dos polos, sino que busca definirse por sí mismo, expresando lo que siente y tomando sus propias decisiones.


Hablemos en concreto: Nos situamos en un equipo de trabajo, un conjunto de personas unidas por principios de aceptación, construcción colectiva, objetivos comunes, crecimiento personal y complementación de las habilidades.

En este caso, en este ejemplo, los miembros del equipo habían quedado en encontrarse a las 7:00 p.m. y, uno de ellos se presenta, sin avisar que se retrasaría, media hora más tarde. El resto de los miembros no están de buen humor, pues bien, nos podemos encontrar a menudo con tres estilos de respuesta:

· PASIVA: Le saludan con poco entusiasmo, le hacen entrar a la reunión y se sientan a la mesa; Aunque internamente hay quejas, o cuchicheos entre los otros miembros, nadie optas por decir nada.

· ASERTIVA: Le saludan, y le exponen claramente estos cuatro aspectos:

  • Hechos: Hace una media hora que te esperamos y nos preocupaba no saber nada de ti.
  • Sentimientos: Hemos tenido tiempo para además de preocuparme, sentirnos irritados.
  • Conducta concreta: Si otra vez tienes que retrasarte...
  • Consecuencias: puedes avisar a alguno, para que no nos preocupemos.

· AGRESIVA: ¡Llevamos una hora esperando! ¿Te parece bien hacernos esto? ¿Qué te costaba llamar para avisar? No pensamos invitarte nunca más.

Como ya mencionamos, a diario nos enfrentamos con situaciones en las que podemos elegir cómo comportarnos. Dependiendo de nuestra conducta (asertiva, pasiva, agresiva) conseguiremos tener una mejor relación con los demás, tener menos sufrimiento, menos irritaciones, más confianza en nosotros mismos al respetar nuestros derechos.

¿Y nuestros derechos asertivos?

Según Meraz Ríos (2006) El principal derecho asertivo con el que cuenta una persona es el saber decir NO, generalmente da pena utilizar esta expresión para no lastimar al otro, pero esta aceptación repercute en el interior de la persona y después de haber sucedido el hecho empieza a recriminarse del por qué no dijo No. Es posible, que por las ganas de complacer a los demás, aún en contra de los propios deseos se les permitan cosas que en el interior molestan y no se está de acuerdo con determinadas situaciones. Quizás, es porque no se está preparado para ello y se desconozca la manera en que se pueda actuar de manera diferente y que le permita sentirse satisfecho con sus actuaciones a pesar del malestar que pueda sentir la otra persona.

La solución es muy sencilla, hay que modificar los pensamientos, analizar siempre lo que se le escucha a los demás, no dar la sensación de confiar plenamente en el otro, hay que discernir, trabajar interiormente, estando conscientes de todas las situaciones de la vida cotidiana para empezar a actuar, respetando al otro, sin ser sumiso ni agresivo. 

Hay un dicho que dice que mejor es ponerse rojo un día que 100 veces colorado. Hay que apartar el miedo y el estrés y estar siempre preparados para afrontar las situaciones y defender los derechos individuales.

Entre nuestros derechos asertivos (autoría de J.C. Vicente) se encuentran: Derecho a ser tratados con respeto y dignidad, a equivocarnos y ser responsables de nuestros errores, a tener y expresar nuestras propias opiniones, necesidades, sentimientos y valores, a protestar cuando se nos trata injustamente, a ser independientes, a decidir qué hacer con nuestro propio cuerpo, tiempo y propiedad, a sentir y expresar el dolor, a rechazar consejos y peticiones sin sentirnos culpables o egoístas, a estar solos, a no anticiparse a las necesidades y deseos de los demás, a elegir entre responder o no hacerlo, en casos límite en que los derechos de cada uno no están del todo claros, a hacer cualquier cosa mientras no viole los derechos de otra persona y a escoger no comportarse de forma asertiva o socialmente hábil.

Realiza un ejercicio sencillo: Recuerda momentos en los que algo o alguien te hizo sentir incómodo o molesto, (hecho), anota los sentimientos que eso te produjo. A continuación, escribe qué conductas preferirías de la otra persona para no sentirte así, y cuáles serían las consecuencias positivas que ese cambio de conducta de la otra persona produciría en ti.

Algunos ejemplos, como los siguientes:

  • Comunicación no asertiva: "Hola, verás... no sé si podré presentar el trabajo... Tengo muchas cosas que hacer y no me dará mucho tiempo., ojalá pudiera, pero no puedo, puedo intentarlo, podría, pero se me hará difícil y por eso le pido que, por favor, si no le es molestia y me haría un gran favor que si por favor me permite entregar el trabajo un poco más tarde".
  • Comunicación asertiva: Hola, me es completamente IMPOSIBLE (recalcar la palabra imposible) entregar el trabajo a tiempo. El motivo es que tengo otros compromisos: entrega de dos trabajos finales, y además tengo que ir mañana y dentro de 3 días a un plan de tratamiento médico que me va a dejar algo trastornado. Así que, por favor, DEME un respiro para que pueda entregarle un excelente trabajo. No se lo pediría si no fuera algo completamente EXCEPCIONAL.

En el primer caso de comunicación no asertiva centramos la mayor parte del discurso en pedir perdón, titubear y estar inseguros. En el segundo caso resaltamos, una y otra vez la importancia de porque no podemos entregar el trabajo a tiempo y le hacemos entender al profesor nuestra postura con lo cual es mucho más probable que acepte, en caso de que no lo haga podemos insistir una vez más con nuestra comunicación asertiva. Esto implica, sin embargo, que lo que se esté diciendo sea completamente cierto. Ser asertivo, no es mentir ni manipular para lograr lo que queremos.

¿Qué estrategias podríamos emplear para ser más asertivos?

Ser asertivo es un arte, algunas personas lo dominan muy bien, pero para otros es bastante difícil porque pueden tener problemas con su autoestima, no manejan la inteligencia social, no irradian empatía y generalmente el ser humano es el resultado de un conjunto de hechos que le estructuran su personalidad y carácter, como el medio en que se desenvuelve, la educación recibida por sus padres y maestros, las relaciones con sus amigos, entre otros.

Cuando una persona no se tiene confianza no puede esperar que los demás se la tengan. Son muchas las personas que visitan a los psicólogos, profesionales expertos, porque tienen problemas en su comunicación con los demás y salen heridos, dolidos o aguantan con resignación, nunca dan su punto de vista y finalmente terminan recriminándose el por qué no dijeron esto o hicieron aquello para que se les respetara su punto de vista. No todas las veces se ganará, como tampoco todas las veces hay que ser asertivo, en algunos momentos y situaciones es mejor callar. Hay que discernir cuáles son los momentos donde se debe ser asertivo, porque si se siente amenazado por una persona que sabe actúa fuera de los límites de la ley, es mejor guardar la prudencia para no salir perjudicado.

Tener una buena imagen de sí mismo es necesario para la autoestima, es posible que algo de su físico no le guste, pero siempre ha convivido con ello y está saludable y por ello debe aceptarse tal cual es porque nadie es perfecto, por ejemplo, había una mujer casada, que no tenía bonita figura y nada de lo que se ponía le quedaba bien, pero cuando se veía en el espejo y estrenaba ropa ella se sentía la más divina y eso era lo que irradiaba se sentía a gusto con ella misma y el esposo así la aceptaba y la amaba.

Es cuestión de fe en sí mismo y de saber explotar los otros atributos para equilibrar su propia estima. Nadie vale por ser feo o bonito, sino por la belleza que lleva por dentro, porque es buena persona, afable, amable, generosa, optimista, soñadora, amorosa, inteligente, proactiva, siempre tiene metas en la vida no importa la edad que tenga, y muchos otros atributos internos que hacen que los externos pasen desapercibidos. Recordar que todos los seres humanos son iguales y tienen los mismos valores y los mismos derechos.

En una familia hay dos primas, una es asertiva y la otra no, la que no es asertiva dice que siempre que le dicen algo con lo que no se siente a gusto, ella no sabe qué responder y por ello se siente mal consigo misma. Pero un día tomó la decisión de tomar un papel y un lápiz y empezó a escribir las situaciones en las que no era asertiva y se dio a la tarea de construir las respuestas para cuando se le volvieran a presentar saber qué responder, esta técnica le ha dado buenos resultados y ya está aprendiendo a ser asertiva. 

Otro punto importante es aprender a mantener la calma, no permitir que le quiten su paz y le perturben comentarios de personas mal intencionadas. No demuestre modales de mala educación, ni rabia, mucho menos pierda el control. Ármese de valor y demuestre educación y cuide su tranquilidad, aprenda a ver las situaciones como si no le estuvieran sucediendo a usted sino a otra persona, o súbase en una escalera mental para que pueda ver la situación con claridad, la trascienda y pueda hablar con asertividad, dando su punto de vista y escuchando al otro; recuerde algo: ese problema también pasará.

A su vez, esté atento de las malas energías que determinada situación le produzca y recójalas todas y tírelas en el incinerador mental que siempre le acompaña ubicado en uno de sus lados y deshágase de todas ellas por completo, así respirará más sano y feliz. Nunca permita quedar atrapado en medio de las situaciones difíciles y desagradables, deshágase de ellas. Construya un sitio especial en su mente, como una playa adornada de palmeras y siéntese en medio de ellas en su silla especial y disfrute el paisaje, sienta el suave olor de la brisa y de las olas del mar y saldrá renovado. 

Sumando lo anterior, existen otras personas que todo el tiempo viven excusándose sin necesidad, sin ninguna razón, las excusas solo se deben dar cuando realmente se requieran y de esta forma será más valorado. Otras, acorralan a la persona y gustan de poner palabras en la boca del otro, generando resentimiento, tristeza y dolor, lo cual provoca un cortocircuito en la comunicación y se pierde la asertividad, la motivación y el objetivo primordial del tema en cuestión. En estos casos, siempre es bueno dejar una ventana abierta de tal forma que el aludido sienta que por lo menos ganó algo para seguir contando con esa persona.

Cabe señalar, que para ser asertivos no se puede acudir a la fuerza, ni enseñar las uñas, aun cuando se reciba un trato injusto, siempre es mejor demostrar los buenos modales y la educación, así se desarma a la persona agresiva u ofensiva, es más valorado y podrá obtener apoyo en otras situaciones y con mucha más voluntad.


Una conclusión para todo este proceso de la asertividad dentro de la vida de las personas, sobre todo en el desarrollo de equipos de cualquier índole, es saber que todos y cada uno de los seres humanos deben trabajar por conseguir la asertividad personal y que siempre las conductas que mueven el comportamiento deben estar sobre la base del amor, la solidaridad, la hermandad, la paciencia, búsqueda de la verdad y de la superación personal para hacer de este mundo uno mucho mejor, donde prime el valor de la espiritualidad y de la conciencia y tener siempre presente que no se le debe hacer al otro lo que la persona no quiere que le hagan a él. Dar siempre lo mejor de sí mismo, así la adversidad y las circunstancias no estén a la altura de las propias convicciones. 

La persona que es asertiva:

    • Incentiva la actitud positiva
    • Fortalece la autoestima y el carácter
    • Permite dominar las situaciones
    • Evita la dependencia, herir o perjudicar a otros en conflictos.
    • Incrementa habilidades sociales
    • Estimula el perdón y respeto para sí.
    • Aprende de sus tropiezos y derrotas
    • Se siente satisfecha con el trabajo realizado.
    • Sabe cuándo debe ser asertiva y cuándo callar
    • Se expresa con objetividad y se evalúa.
    • Maneja la inteligencia emocional.
    • Lucha por sus sueños, no le teme al fracaso


Melissa Andrea Cabrales Acosta
Psicologia

Ex Socia (Fundadora) 
Club Rotaract Perla del Sinú

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